La hipocresía de los anti sistema

La hipocresía de los "antisistema" es algo que no pasa desapercibido para muchos. En teoría, estos movimientos o individuos suelen declararse en contra de las normas establecidas, el consumismo, el capitalismo y, en general, el "sistema". Sin embargo, si nos fijamos un poco más de cerca en sus acciones y estilos de vida, la contradicción salta a la vista.

Uno de los ejemplos más claros lo encontramos en los grafiteros que pintan paredes con mensajes contra el sistema. Muchos de estos grafiteros utilizan sprays de pintura que no son precisamente baratos. Estos botes de aerosol, como muchos otros productos, son fabricados y comercializados por grandes empresas que están dentro del sistema capitalista. Es decir, esos grafiteros, al comprar esos productos, están contribuyendo a lo mismo que dicen odiar. Además, muchos de ellos siguen una moda bastante específica: botas, chaquetas, y ropa que, si bien parece alternativa, muchas veces también es producida por grandes marcas que dependen de ese "sistema" que critican.

Otro ejemplo que demuestra esta contradicción se encuentra en algunos grupos de música "antisistema". En sus letras denuncian al gobierno, las corporaciones o el consumismo, pero luego llenan conciertos donde las entradas no son precisamente baratas. Estos conciertos están organizados por promotoras y empresas que mueven muchísimo dinero. Y no hablemos del merchandising: camisetas, discos, llaveros… todo un mercado que alimenta ese mismo sistema que critican. Parece irónico que, mientras cantan en contra del sistema, ellos mismos estén inmersos en él, ganando dinero y aprovechándose de las reglas que este ofrece.

Por último, otro caso reciente son ciertos políticos que, antes de llegar al poder, se declaran en contra de la "casta", de las élites y del estilo de vida de los que tienen dinero. Hablan de vivir en barrios humildes, en pisos pequeños, para estar más cerca del "pueblo". Sin embargo, cuando llegan al poder, algunos de estos políticos acaban comprándose grandes casas en zonas exclusivas. Es decir, una vez que tienen la oportunidad, se benefician del sistema que tanto critican, lo que pone en duda su verdadero compromiso con lo que decían antes.

En definitiva, el problema con estos "antisistema" es que, aunque denuncien el sistema, no parecen tener reparos en aprovecharse de él cuando les conviene. Esta hipocresía se hace evidente para cualquiera que observe un poco más allá de los discursos y vea las acciones concretas. Como sociedad, está bien que se critique lo que no funciona, pero también deberíamos ser conscientes de cuándo esas críticas vienen cargadas de contradicciones.

Ni que lo digas compañero, los perroflautas a lo suyo

Algunos podeis pensar a que viene este articulo aqui y es que viene y mucho porque en nuestro sector si lo analizais bien todo es contradictorio, ademas en los eventos se realiza seguridad pro muchos vigilantes y es facil ver que grupos adquieren fama a base de decir sandeces en sus letras y que muy a menundo nos cuesta un disgusto a los vigilantes que podamos prestar servicio ahi