Un centenar de vigilantes de seguridad de Eulen se concentran contra los despidos

Un centenar de trabajadores y trabajadoras del servicio de vigilancia de seguridad de Eulen en el Aeropuerto de Madrid-Barajas se han concentrado hoy para protestar por los despidos que se han producido y la modificación de las condiciones laborales que la empresa quiere llevar a cabo. Esta concentración se suma a los paros parciales que de manera indefinida están realizando desde el pasado 28 de febrero cada lunes y viernes.


La plantilla ha denunciado como causantes de la situación laboral que están viviendo a Eulen y Aena, también responsables de reducir la seguridad en el aeropuerto poniendo en riesgo la integridad de viajeros y trabajadores y trabajadoras.

Eulen resultó adjudicataria del lote 2 del servicio de vigilancia del aeropuerto con una rebaja de 8.64% del precio de licitación y 500.000€ más barata que sus competidoras. El resultado de dicho concurso, que en su día ya impugno CCOO, no se hizo esperar y la empresa comunico la apertura de un periodo de consultas para modificar las condiciones laborales. En concreto: flexibilización de la jornada, modificación del sistema de vacaciones, supresión de los pluses de asistencia y fidelidad, todo bajo la amenaza de que si no se adoptaban las medidas 55 trabajadores de una plantilla de 370 personas perderían su empleo.

Tras una asamblea, la plantilla decidió no aceptar las condiciones planteadas por la empresa y convocar paros parciales todos los lunes y viernes de manera indefinida.

Se da la circunstancia de que la empresa Eulen en Madrid tiene 1.300 trabajadores y trabajadoras y una cantidad indecente de horas extraordinarias (204.653). Por lo tanto, CCOO también ha denunciado en los juzgados la modificación de condiciones laborales que pretende la empresa.

Además, el sindicato ha denunciado los servicios mínimos por abusivos y que en la realidad son superiores al 85%. No contenta con esta situación, Eulen ha ido más allá realizando coacciones para que los trabajadores y trabajadoras realicen de una manera más laxa los controles de seguridad, ya que los días de paro se estaban produciendo largas colas de espera. Incluso ha recurrido a realizar con horas extras los puestos de los trabajadores que secundaban los paros, que han tenido un seguimiento del 100%, o utilizar mandos intermedios o refuerzos. Estos hechos también han sido denunciados a la Inspección de Trabajo así como el hecho de que la Guardia Civil haya realizado identificaciones a algunos vigilantes que secundaban los paros.

La plantilla quiere que se recoloquen a los compañeros despedidos o recolocados, 25 hasta el momento desde que Eulen se hizo cargo del servicio, y se mantengan las condiciones laborales en las que han trabajado desde que comenzó este servicio en el aeropuerto y por el que ya pasaron otras compañías de seguridad.

Es inadmisible que una empresa como Eulen quiera rentabilizar un contrato a la baja y que AENA vea con buenos ojos. La seguridad de todo un aeropuerto como el de Madrid-Barajas se ha visto comprometida.

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