Mantener el empleo ante la adversidad: el caso Campofrío

¿Qué sucede con los trabajadores cuando su empresa se ve afectada por un infortunio, como el incendio que ha sufrido la fábrica de Campofrío?

Recolocación en otros centros de trabajo, ERE temporal, ayudas públicas, acuerdos con los trabajadores y compromiso de reinversión de la empresa son algunas de las medidas que pueden salvar los puestos de trabajo afectados.
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El pasado 16 de noviembre, se produjo un grave incendio en la fábrica de Campofrío en Burgos, que prácticamente quedó reducidas a cenizas.

El grupo empresarial CAMPOFRIO FOOD GROUP cuenta entre sus instalaciones con 8 fábricas en España y es una de las industrias agroalimentarias más importantes de Europa, con 11.000 trabajadores. Los departamentos más perjudicados fueron los de embutidos y cocidos, afectando a 891 empleados directos y más de 600 indirectos. Aunque la empresa ha comunicado que reconstruirá la fábrica, hasta el año 2016 no se prevé que esté operativa de nuevo.

¿Qué sucede en estos casos con los puestos de trabajo afectados?

La empresa ha recolocado en otros centros de trabajo de la misma ciudad a los empleados de las áreas de administración, logística y recursos humanos. Al ser imposible continuar con la producción hasta que se reconstruya la fábrica, el resto de los trabajadores afectados, 774, están inmersos en un Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE) suspensivo por fuerza mayor.



¿Qué es un ERTE suspensivo por fuerza mayor?

Hablamos de fuerza mayor cuando se producen hechos extraordinarios imprevisibles o inevitables ajenos a la voluntad de la empresa (terremotos, incendios, inundaciones, explosiones), que provocan la destrucción de las instalaciones e impiden que los trabajadores afectados puedan continuar con su actividad laboral.

En estas situaciones la normativa permite a las empresas que lleven a cabo un ERE temporal (ERTE), que supone una suspensión de los contratos de trabajo hasta que se pueda reanudar la producción.

Este procedimiento se inicia a instancias del empresario, aportando los medios de prueba necesarios y con traslado a los representantes de los trabajadores para que la Autoridad Laboral emita un informe constando la casusa de fuerza mayor.

Mientras el contrato esté suspendido por el ERE, los trabajadores podrán solicitar el paro siguiendo los requisitos generales. Quien tenga más de 360 días de cotizaciones sin consumir, podrá pedir la prestación por desempleo . Un trabajador, por ejemplo, con más de seis años de antigüedad, percibirá la prestación durante dos años. Cobrar el paro supone una merma considerable en las rentas salariales de los trabajadores, ya que percibirán el 70% de la base reguladora los seis primeros meses y el 50% después. La Junta de Castilla y León ha autorizado recientemente la provisión de fondos para complementar con una ayuda directa de 203 euros mensuales adicionales el importe que recibirán los trabajadores afectados.

En esta situación, los trabajadores además de ver reducidos sus ingresos consumen las prestaciones por desempleo, ya que desde enero de 2014 los afectados por un ERTE consumen el paro desde el primer momento, sin poder recuperar como sucedía antes, los 180 primeros días consumidos una vez reincorporados en la empresa. La única parte positiva es el compromiso de la empresa de que en el momento en que la fábrica éste reconstruida, los trabajadores volverán a incorporarse a sus puestos de trabajo.

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en Burgos ha confirmado que ha tramitado ya las solicitudes de prestación de desempleo para los trabajadores de Campofrío, unas 700 en total.



Ayudas públicas para la empresa

Con el fin de facilitar la reconstrucción de la fábrica e incentivar el mantenimiento del empleo, se prevé que se priorice a Campofrío en la próxima convocatoria de ayudas autonómicas a fondo perdido para la inversión en industrias agroalimentarias.

La ayuda será proporcional al número de trabajadores que se reincorporen a sus puestos de trabajo una vez finalizado el periodo suspensivo. Se han declarado como prioritarias y de tramitación urgente cualquier actuación de la empresa necesaria para la reconstrucción y puesta en funcionamiento de la fábrica, en materia de permisos y autorizaciones.

La gestión de las ayudas la ejecutará la propia CAMPOFRIO, que ha suscrito un convenio de colaboración con la Junta de Castilla León, realizando el pago mes a mes a cada beneficiario de la ayuda.

La exoneración de la cuota empresarial de la Seguridad Social.

El pasado 20 de diciembre el Consejo de Ministros, aprobó el Real Decreto-ley 16/2014, regulador del Programa de Activación para el empleo, pero que en su disposición adicional cuarta contenía una medida de apoyo a las empresas que por causas de fuerza mayor tengan que suspender contratos o reducir las jornadas de los trabajadores, como es el caso de CAMPOFRIO.

Esta medida consiste en la exoneración del 100% de las cuotas empresariales a la Seguridad Social por un plazo de 12 meses, prorrogable por otros 12 para aquellas empresas que por fuerza mayor, se vean obligadas a realizar un ERE suspensivo, siempre que se comprometan a mantener a su plantilla, no despidiendo a ningún trabajador y a realizar el esfuerzo de reinversión para recuperar la actividad productiva.

Normalmente, cuando un trabajador se encuentra inmerso en un ERE, la empresa tiene la obligación de continuar cotizando por él a la Seguridad Social. En este caso, y para los 774 trabajadores afectados, se libera a Campofrío de esa obligación, con el compromiso de reconstruir la fábrica y mantener los puestos de trabajo.



¿Han sido adecuadas las ayudas de las administraciones públicas a Campofrío?

Muchas otras pequeñas y medianas empresas empresas que han sufrido desastres de este tipo no han tenido, desde luego, tanto apoyo público. Sin embargo la comparación es difícil, teniendo en cuenta el enorme impacto económico y en puestos de trabajo que supone Campofrío.

Hace años que esta corporación dejó de ser una empresa familiar y en la actualidad sus accionistas son la mexicana Sigma Alimentos y Shuanghui, de China. Garantizar el compromiso de reniversión en una nueva factoría en Burgos fue desde el primer momento una prioridad para las administraciones españolas y los propios trabajadores.

Responsables sindicales consideran que este es un caso “ejemplar” por el modo en que la plantilla y la propia empresa han actuado para evitar los despidos. Algo que califican de “excepcional”.



© Un artículo de Virginia Castillo y Oscar de las Heras para citapreviainem 27/12/2014


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Sigo pensando que esto acabará mal. Y también que algo no encaja en ese incendio.

Ojalá recoloquen a todos, pero yo no lo tengo tan claro. Y lo de crear NUEVOS puestos de trabajo...hm...menos aún.

Un saludo.