EL VIGILANTE “SERVICIAL”

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En mis ya largos años de profesión he visto de todo en esta profesión. Vigilantes prepotentes, vigilantes violentos, vigilantes sin educación, vigilantes sin cultura, vigilantes iluminados, vigilantes vividores, vigilantes caraduras, vigilantes que dicen ver fantasmas, vigilantes que pisan a otros vigilantes, vigilantes trepas, vigilantes delincuentes, vigilantes que venden al compañero, vigilantes cobardes, vigilantes que pasan de todo, vigilantes que no conocen la higiene, vigilantes vagos, vigilantes que presumen de sumisión, vigilantes lameculos, vigilantes vendidos, y un largo etc. de tipologías de lo peor de la condición humana. Todos ellos dan para un artículo propio, y tal vez los desarrolle en algún momento.

Que exista tanta variedad de malos vigilantes no significa que sean la generalidad, ni mucho menos. Son mayoría los buenos vigilantes y eso es un hecho. Pero son los otros los que ensucian la profesión y en los que se fijan los ciudadanos y los medios.

En esta ocasión quiero hablar de un tipo de vigilante con el que todos nos hemos topado alguna vez, e incluso muchas veces, que es el vigilante “servicial”. Digo servicial por darle una denominación amable, si bien todos conocemos adjetivos mas adecuados.

Ese vigilante servicial al que me refiero, y que también abunda en el desarrollo de la especialidad de escolta privado, es aquél permanentemente preocupado y ocupado en agradar y servir al cliente al que prestan servicio, para lo que no duda en descuidar su función y obligación exclusiva y excluyente que es dar seguridad.

El que se presta a esta falta de profesionalidad aunque puede tener niveles, habitualmente encaja en todos los posibles. Y no solo este mal profesional se denigra de esa forma, sino que no duda en defender y pretender justificar su mal proceder.

Los he conocido que estando de servicio lavan los coches del cliente (incluso he visto a varios vigilantes compitiendo entre ellos para ver quien era mas “servicial” con indecentes piques que perjudicaron al equipo), que los aparcan (todos conocemos el caso que se da en un campo de fútbol), que cambian bombillas, hacen de chicos de mantenimiento, barren, miran la temperatura de las cámaras frigoríficas de los supermercados o empujan carros de compra con objetos de devoluciones ante la mirada de los clientes, les llevan las bolsas de la compra a los protegidos (esto es muy habitual entre los escoltas privados), riegan el césped, hacen de telefonistas, de recepcionistas, se encargan de sacar la basura de los recintos donde prestan servicio (en mi actual servicio se sacaba la basura hasta que yo me incorporé y me encargué de que dejase de hacerse), se encarga a los vigilantes el cuidado y limpieza de los perros del cliente aún careciéndose de la preceptiva especialidad de canero y gratis además (mi coto a esa práctica me va a costar la salida de mi servicio con toda probabilidad a muy corto plazo), y así, casi cualquier labor que podamos imaginar que no sea la única que tienen el deber y la obligación de realizar, que es la de procurar seguridad.

No es un problema baladí, pues ocurre demasiado a menudo y a la vista de cualquiera, lo que denigra nuestra profesión. El cliente, desconocedor de lo que supone la seguridad, piensa en no pocas ocasiones que está pagando una cantidad elevada de dinero por tener a uno o varios trabajadores que durante su turno “no hacen nada”, y pretende “aprovecharlos” para alguna función mas. Esto es por la indiscutible falta de cultura de la seguridad que impera en España, sin duda, pero es el propio vigilante (y el escolta) el que fomenta que se den estas prácticas y abusos por parte del usuario de servicios de seguridad, no pocas veces potenciado por el mismo vigilante que se muestra abiertamente dispuesto e incluso se ofrece a realizar cualquier trabajo ajeno al que le es propio. Me rechina ante esa actitud la justificación del propio (mal) agente de seguridad privada que puede decirte frases tales como “no cuesta nada”, “si no lo hago yo lo hará otro”, “se ha hecho desde siempre”, y otras de similar estilo. Frases por otra parte, que con frecuencia nos dedican los propios mandos de las empresas, cuyo único afán es facturar, para lo que hay que tener contento al cliente a cualquier precio.

Además de que es un acto que todos sabemos (o debemos saber) que es ilegal, que vulnera claramente nuestra Ley de seguridad privada, que puede acarrear consecuencias serias, que nos distrae de nuestro cometido poniendo en riesgo la integridad del protegido y la nuestra propia, que es sancionable, que puede costarnos la habilitación, además de todo eso, destruye nuestra imagen de profesionales de la seguridad. No somos chicos para todo, y sin embargo somos culpables de parecerlo.

Hay mucho miedo a decir “NO” cuando se nos pide que hagamos algo que sabemos que no debemos hacer. Reconozco que hay clientes que ante una justificada negativa a sus deseos reclaman a las empresas en las que trabajamos que el vigilante que demuestra ser un profesional, sea apartado de ese servicio. Otros mas sensatos, atienden y entienden a ese vigilante que les explica por qué razones no puede ni debe realizar labores ajenas a la seguridad. Les hacen entender que el aparente no hacer nada en realidad es hacer mucho. Nuestra presencia allí, y que no nos distraiga labor ajena alguna, es lo que le garantiza su seguridad. Pero si nosotros no somos los primeros en entender eso, difícilmente se lo haremos entender al cliente.

Debemos negarnos tajante y sistemáticamente a realizar labor alguna distinta a la de la seguridad privada, y debemos censurar al coincidente laboral que las realiza. No debemos aceptar la realización de esos trabajos que no nos corresponden por el hecho de que se hayan venido haciendo desde tiempo atrás. En esos casos debemos ser los primeros en ponerles fin. Debemos perder ese miedo que habitualmente impide que obremos adecuadamente.  Solo si nos hacemos respetar, seremos respetados.

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Bueno ahora que me he quedado en el paro tendre mas tiempo para ir entrando y viendo y comentando lo que vea asi que empiezo con el articulo este colgado del vigilante servicial, por cierto buen articulo si señor, que refleja una realidad que no vemos a veces por la costumbre de encontrarlo todo normal sin darnos cuenta del daño que hacemos a la profesion y a otros compañeros cuando realizamos otras tareas que no son propias de nuestras funciones de seguridad y propias del vigilante , parece ser que ocurre mas a menudo en las grandes superficies pero verdaderamente ocurre en muchos mas lugares como en empresas donde al vigilante se le dejan tareas a realizar por la noche o en hoteles donde al vigilante se le hacen mirar las temperaturas de las camaras frigorificas y otros trabajos que no son propios de la seguridad y asi podriamos encontrar muchos ejemplos , una verguenza para el sector, el saber decir que no a veces puede ser mas bueno de lo que parece, la crisis sirve de escusa demasiadas veces.

saludos

Hola Juanxu mucho tiempo sin verte, bueno quiero decir sin leerte     
pienso que este tipo de vigilantes existira mientras exista el miedo y la crisis , tambien pienso que hay algunos que mezclan la cabeza de antiguos oficios o empleos con el de vigilante y no se aclaran, quizas la prohibicion de hacer de vigilante de seguridad por horas seria un buen remedio y que todos los vigilantes fueran profesionales a jornada completa o a cupo segun querais mirarlo, porque a veces la cabeza nos juega malas pasadas, aunque la mayoria de los citados en el articulo lo son porque son de esta naturaleza como cada persona es diferente tambien lo somos los vigilantes.
Juanxu compañero siento lo de tu desempleo , busca y seguro que encontraras compañero, suerte

saludos

como dice el articulo son mayoria los buenos vigilantes que los malos profesionales, yo me quedo con lo subrayado en negrita

un saludo

Muy buen artículo. Lo imprimire y se lo daré a más de uno que conozco. Solo matizar, que en muchas ocasiones son las propias empresas las que promueven este tipo de conductas,pues para empezar los comerciales ni siquiera le explican bien, que es un VS y cuales son sus funciones. Saludos

palopiedra escribió:Muy buen artículo. Lo imprimire y se lo daré a más de uno que conozco. Solo matizar, que en muchas ocasiones son las propias empresas las que promueven este tipo de conductas,pues para empezar los comerciales ni siquiera le explican bien, que es un VS y cuales son sus funciones. Saludos

mas de acuerdo no puedo estar compañero, las empresas son las verdaderas culpables de casi todos los males y quienes se lo consienten, con tal de facturar, de vergüenza y el vigilante que no tiene donde caerse muerto , la mayoría hoy en dia a tragar con lo que le echen, a veces voluntario y otras muchas por la ley del dedo gordo.

saludos

drako escribió:

palopiedra escribió:Muy buen artículo. Lo imprimire y se lo daré a más de uno que conozco. Solo matizar, que en muchas ocasiones son las propias empresas las que promueven este tipo de conductas,pues para empezar los comerciales ni siquiera le explican bien, que es un VS y cuales son sus funciones. Saludos

mas de acuerdo no puedo estar compañero, las empresas son las verdaderas culpables de casi todos los males y quienes se lo consienten, con tal de facturar, de vergüenza y el vigilante que no tiene donde caerse muerto , la mayoría hoy en dia a tragar con lo que le echen, a veces voluntario y otras muchas por la ley del dedo gordo.

saludos

muy bien palopiedra , muy bien drako, pero le damos escusa al vigilante que acepta y eso pienso que no tiene que ser asi, el vigilante que acepta también es culpable, si tu empresa te manda hacer algo ilegal debes negarte siempre, vale vale ami me ha servido para engordar las listas del paro , de acuerdo pero es lo correcto y seguramente si lo hiciéramos todos quizás algo cambiaria, además como quieres que el publico respete a un vigilante que esta poniendo cosas en una estantería de un Carrefour o tirando de traspaleta, acaso veis a algún policía hacer cosas que no son de policía?, cada uno a lo suyo y sino pues a apechugar con lo que te vendrá encima.

saludos