Una pareja con minusvalía denuncia a tres vigilantes del Juan Ramón

El escrito presentado ante el juzgado incluye a una médico por considerar que se negó a poner un tratamiento.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Teresa Cabrera (izquierda) y Laura García cotejan parte de la documentación sobre la agresión sufrida.

Una pareja ha puesto una denuncia ante los juzgados que está dirigida contra tres vigilantes y una auxiliar de seguridad  :suspect:, así como contra una médico del Servicio de Urgencias del Juan Ramón Jiménez. Según el texto de la denuncia judicial, tanto la paciente como la acompañante fueron sometidas a un tratamiento que incluyó una bofetada además de terminar esposadas. En cuanto a la médico, entienden que se opuso a aplicarle el tratamiento por el que la paciente había acudido al hospital. Tanto la demandante como su pareja tienen certificado de minusvalía.

Los hechos comenzaron el 5 de este mes. Teresa Cabrera, paciente de esclerosis múltiple, sufrió un brote de su enfermedad y acudió a Urgencias para solicitar un tratamiento de corticoides que debería ser aplicado durante tres días consecutivos. A Teresa la médico que le atendía le propuso el ingreso pero ella lo rechazó. El acuerdo entre ambas partes estableció que la paciente acudiría los otros dos días a Urgencias para recibir la medicación.

Es el día 6 cuando las cosas toman otro cariz. Según la denuncia de la demandante y su acompañante -Laura García-, "estaban esperando en la zona de enfermería" para recibir la segunda dosis del tratamiento. Al ver que se alargaba la espera, la paciente empezó a ponerse nerviosa, ya que el tratamiento se lo debían poner a las 24 horas de la toma anterior.

Tras ser introducidas en una consulta aparte, y al comprobar que el tiempo pasaba, se asomaron a la puerta y la acompañante comentó que si las habían metido ahí para que se callaran.

A raíz de esto se desencadenó el motivo de la denuncia. Aparecieron la auxiliar de seguridad  :suspect:  y un vigilante. Tras un intercambio de palabras, la acompañante le dijo que "no estaba protestando para que la echaran". Acto seguido, el vigilante intentó meter de nuevo la camilla en la consulta   , lo que no parecía tarea nada fácil. Tras conseguirlo soltó una bofetada a la acompañante, ya que había habido un cierto forcejeo porque ésta temía que el vigilante tirara a la paciente que se encontraba en la camilla paralizada de cintura para abajo y consideraba que estaba manipulando la camilla con poco cuidado  . El vigilante procedió a esposar a la acompañante, que pedía que no lo hiciera por padecer fibromialgia y sufrir intensos dolores.

Posteriormente, otros dos vigilantes esposaron a la paciente poniéndola boca abajo en la camilla. Fue cuando, según la denuncia, la médico se negó a atenderla "por negarse a ponerle el tratamiento de corticoides". La denunciante lamenta no haber podido haber hecho parte de las lesiones sufridas, ya que optó por permanecer al lado de la paciente. Momentos después hizo acto de presencia la Policía Nacional, que tomó los datos personales.

Laura hace también mención al trato recibido en su centro de salud de referencia (La Orden), en el que su médico de familia no accedió a realizarle un parte de lesiones. Según señala el escrito entregado en el juzgado de guardia, el día 8 de este mes, esa actitud llevó a Laura a tener que acudir a su psiquiatra, quien le ha aumentado la dosis que toma para combatir la ansiedad. Laura presentaba hematomas en costado, brazos y manos.

Teresa fue finalmente ingresada en el Infanta Elena hasta el día 13. Las dos tienen cita para el próximo mes de septiembre, para el médico forense.

El pasado día 7, el sindicato UGT denunció que un día antes un vigilante había sido agredido "cuando unos usuarios llegaron al centro asistencial demandando una atención inmediata". Ante ello, este seguridad había puesto una denuncia en la Policía Nacional. UGT, de paso, denunciaba lo que considera la escasa dotación de seguridad en el hospital.

Un caso muy parecido sucedió hace tan solo dos meses y que dio como resultado un cruce de denuncias, en este caso entre agentes de seguridad y personal sanitario, por un lado, y una paciente y su acompañante por otro. Si el 11 de mayo, la dirección-gerencia del Complejo Hospitalario anunciaba que los tres trabajadores habían interpuesto denuncia por los hechos ocurridos, uno de los usuarios hizo un tanto de lo mismo, en la Comisaría de la Policía Nacional, hacia los vigilantes de seguridad y personal sanitario que consideraba implicados en esos hechos.


[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Señores de la noticia:
Los "auxiliares de seguridad" no existen.

Señores vigilantes de esta noticia:
¿Qué hacen llevando enfermos en camillas de acá para allá?

Me sulfuro

Es lo de siempre, si cada uno hiciera su trabajo estas cosas no pasarían.

Saludos

Estan buenos los trabajos amigo.

megadisco escribió:Estan buenos los trabajos amigo.

¿Y esto?

Pues si el trabajo está ""bien"" en estos tiempos, imagínate cómo estará en un futuro si los demás hacemos la labor de otros.
Si un vigilante por ejemplo se dedica a colocar carritos del Carrefour en su fila y lugar, quitamos un puesto de "reponedor de carritos" o como se llame.

Si un chofer de transporte de mercancías, coloca también la mercancía a los señores "tenderos vagoneta", quitamos un puesto de "reponedor".

Si un camarero cuando acaba el turno se dedica a limpiar todo el bar, quitamos un puesto de "señora o señor de la limpieza".

Y así sucesivamente en una gran cadena.

Pero solo pensamos que "como está el trabajo tan mal, vamos a hacer lo más que podamos o nos manden". Sin pensar que contra más hagamos esto, peor estará el trabajo y más gente habrá en el paro.

Si yo hago el trabajo de dos personas (camarero y señor de la limpieza), estaré quitando un puesto de trabajo a otra persona.

Y lo más triste es que la mayoría de la gente piensa de la misma forma, que como el trabajo está mal, hay que hacer "todo lo que te manden aunque no sea tu labor".
Y luego, en el futuro próximo, casi presente, nos lamentaremos de estar "como estemos" en ese futuro, sin ni siquiera pensar que nosotros mismos habremos fomentado el que eso sea así en ese momento.

Yo ya estoy un poco quemado con todo ésto, de verdad, ya incluso prefiero ni comentar.