Los vecinos de Navalvillar de Pela patrullan

Miér 03 Feb 2016, 02:20

02/02/16

Los vecinos de Navalvillar de Pela patrullan día y noche el campo para evitar el robo de aceitunas

Un grupo de vecinos de Navalvillar de Pela (Badajoz) se ha organizado durante la época de recogida de la aceituna formando patrullas ciudadanas para vigilar durante el día y la noche caminos y fincas y, con ello, intentar evitar el robo de este producto.

Estos vecinos se han constituido en la Plataforma Ciudadana contra Robos e Injusticias y forman parte de ella más de 300 personas, cuyo objetivo es proteger tanto de los robos en el campo como en el propio municipio, según ha explicado en declaraciones a Europa Press Televisión Luis, el vicepresidente de la misma, quien ha matizado que en estas fechas de recogida de aceituna están "volcados" principalmente en la vigilancia de los caminos.

Así, ha destacado que en Navalvillar de Pela hay "5.000 hectáreas de olivar", por lo que quienes forman estas patrullas se organizan de tal modo que unos vigilan por la mañana, otros por la tarde y otros por la noche y se distribuyen por las distintas zonas a controlar.

Las patrullas ciudadanas están formadas por personas de la población, que se han prestado voluntarias para controlar los cruces de caminos y las diversas entradas y salidas a las fincas; así, no sólo son agricultores sino también amas de casa, jubilados, desempleados, jóvenes, y todos aquellos que han decidido colaborar en estas patrullas.

Noelia, miembro de la plataforma ciudadana, ha explicado que aunque ésta existe desde 2014, "se ha puesto más en activo" desde noviembre de 2015 por unos "robos masivos" que hubo y que se siguen produciendo. De ahí, que decidiesen comenzar con las tareas de vigilancia, en principio por la noche y "ahora" durante "todo el día".

En caso de que detecten "algún coche sospechoso o alguien cogiendo aceitunas donde no debe", el procedimiento es avisar a la seguridad privada que han contratado las cooperativas, y en la que también ha colaborado el Ayuntamiento, y a la Guardia Civil, que son quienes "requisan la mercancía", ha subrayado Noelia.

Por último, David Franco, agricultor peleño, ha lamentado que este año la campaña de la aceituna está siendo "muy dura", porque no se puede ir del campo "ni de noche ni de día". Asimismo, ha explicado que están recogiendo "con prisas" y "con mal tiempo" la aceituna verde "que cae muy mal todavía", porque este año hay "muchos" robos.

Así, este olivarero ha explicado que "todos los días se escucha de algún grupo, coche o cuadrilla de tres o cuatro personas" que se acercan a sustraer aceitunas, al tiempo que ha indicado que "hay mucha aceituna este año y en muy poco tiempo hacen una carga muy grande" quienes roban.

Por ello, ha agradecido la "ayuda" de los vecinos porque, como ha sostenido, ni la Guardia Civil, ni la rural "abarcan" toda la superficie que tienen de olivar.

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Otras fuentes:

16/01/16

Navalvillar, el pueblo que obliga a devolver lo robado

-De la mañana a la noche, los peleños se organizan para patear 4.000 hectáreas de olivar ayudados por seguridad privada y Guardia Civil

«Claro que hay miedo pero, ¿nos quedamos cruzados de brazos?, ¿no hacemos nada cuándo nos están robando nuestro pan». Rosa lo tiene claro. Magdalena asiente. Eugenia resopla pero también lanza un guiño cómplice apoyando el discurso. Las tres mujeres rondarán los 40 años. Minutos después se incorpora a la conversación José, de 80 años. En realidad, todos en Navalvillar de Pela (4.700 vecinos, a medio camino entre las Vegas Altas del Guadiana y La Siberia), piensan lo mismo que ellos.

Si no fuera así no se explicaría que, cada día, cerca de 150 vecinos se repartan en grupos de tres a cinco personas para patearse, desde las primeras luces del día hasta la madrugada, la infinidad de caminos rurales que tiene ese pueblo donde aún queda bastante aceituna que coger. Y este año hay buena cosecha y los precios son atractivos. Son los motivos que explican la oleada de robos que se están produciendo en esta campaña en Extremadura.

Ayer por la mañana HOY fue testigo de uno de ellos y de cómo se desbarataba. Cerca de la vecina localidad de Acedera, aunque en el término de Navalvillar, Magdalena detectó a eso de las diez y media una furgoneta blanca que le pareció sospechosa. Era una Ford Transit con matrícula de Jaén. Contenía aceituna robada. Unos diez sacos y algo más de cien kilos. Era lo que les había dado tiempo completar a una familia rumana residente en Almendralejo, según la documentación que les pidió la Benemérita. Cuatro miembros: los padres y dos hijos.

Magdalena activó el protocolo habitual cuando se intuye que alguien está robando. «Aquí no somos héroes ni lo pretendemos. Cuando vemos algo así llamamos a la Guardia Civil o al servicio de guardería, no hacemos ninguna tontería, aunque la gente está muy excitada y muy cansada de tanto robo», comenta Antonio Masa, presidente de una plataforma contra las robos en Pela que ha ido ganando adeptos en la medida que desaparecían toneladas de aceitunas de los campos.

Escoltados, delante por el coche del servicio de guardería y detrás por el de la Guardia Civil, la furgoneta blanca fue llevada a la cooperativa de San Isidro. Allí es donde se deposita la aceituna robada, se toman los datos de los presuntos ladrones y, después, se les pone en libertad. Normalmente hay denuncia por parte del dueño de la parcela afectada por la sustracción y el asunto pasa entonces al juzgado.

4.000 hectáreas
En Pela han dicho que no están dispuestos a perder un solo kilo más de lo que es el producto básico de muchas de sus economías domésticas. Han organizado patrullas ciudadanas para intentar espantar a los ladrones y, en caso de detectarlos, llamar a los cuatro guardas que han contratado las dos cooperativas y a la Guardia Civil, que también ha aumentado sus efectivos. El lunes se produjo un grave incidente con unos ladrones que fueron conducidos a devolver lo robado a San Isidro. Uno de ellos huyó con una furgoneta y arrolló a varios agricultores.

Esas patrullas forman parte del paisaje peleño desde hace dos meses pero hasta ahora no han tenido tan alto grado de protagonismo. A finales de noviembre se pusieron en marcha solo con hombres. Pero, lejos de amainar el temporal de hurtos, se agrandó. Se colmó la gota de la paciencia y, desde la semana pasada, mujeres, jubilados y, a veces, niños se han sumado a la labor de vigilar las casi 4.000 hectáreas de las 25.000 que tiene su término municipal. Arrancan su tarea sobre las nueve y media de la mañana y finaliza a última hora de la tarde. La noche sigue siendo espacio de control para los hombres adultos.

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Miér 03 Feb 2016, 03:16

Por un poco cada agricultor y que contraten seguridad privada....

Jue 04 Feb 2016, 18:27

No se si lo harán aposta, quizás estén intentando pedir seguridad para que se lo subvencionen, o no se arriesgarían porque si ponen seguridad subirían los precios de ventas.

El caso es que ser agricultor es ser pesetero. y mira lo que pasa.

Jue 04 Feb 2016, 20:12

Exacto, coincido contigo vscapi, quieren sacar tajada limpia de un beneficio ,pero toda persona que tiene un bien, tiene que protegerlo.
Te digo yo, que más del 30% de los agricultores están forrados en terrenos.

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