**.«Grabé el robo con una cámara del coche; lo único que pude hacer fue llamar a la policía»

01/04/15


«Grabé el robo con una cámara del coche; lo único que pude hacer fue llamar a la policía»



El vídeo del violento asalto a una mujer en Torremolinos filmado por un ciudadano ha permitido a los agentes detener ya a cinco sospechosos


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Se topó con la escena por casualidad. Se dirigía con su mujer a recoger en Torremolinos a una amiga con la que iban a hacer una ruta de senderismo por El Torcal. Y se convirtieron, sin quererlo, en testigos directos de un robo violento, que además grabaron en vídeo. Las imágenes han sido cruciales para la investigación, que se ha saldado con cinco detenidos, dos de los cuales han ingresado en prisión.


El «ciudadano anónimo» –prefiere no revelar su identidad– que filmó la secuencia completa del robo ha decidido romper su silencio para que se sepa la verdad. «Mucha gente ha pensado que me quedé en el coche grabando con el móvil en vez de bajarme para ayudarla. Eso es falso, porque no se grabó con un teléfono, sino con dos cámaras que llevo instaladas en el vehículo, mientras yo llamaba a la policía», aclara.

Colocó las cámaras porque, por un lado, su mujer es originaria de Europa del Este «y allí se acostumbra a llevarlas» y, por otro, porque hace un tiempo sufrió un accidente de tráfico que le ha ocasionado algunos quebraderos de cabeza, de ahí que decidiera instalarlas para filmar lo que ocurre mientras circula.

En el vídeo completo, al que ha tenido acceso SUR, se observa a la víctima sentada en un muro, junto a un banco. Segundos después, el coche que le precede se detiene junto a la mujer –que también estaba esperando a unas amigas para irse de excursión a la Alpujarra granadina– y él aparca el suyo justo detrás, «a metro y medio de distancia». Eran las 7.17 horas del sábado y la rotonda donde sucedieron los hechos, entre las calles Pez Espada y Cerro Largo, estaba desierta.

Los segundos posteriores no reflejan nada sospechoso. La víctima, española, de mediana edad, le hace unas indicaciones a los cuatro ocupantes del coche, que le habían preguntado por la ubicación del Hotel Tritón. La mujer se afana en sus explicaciones, confiada. «Íbamos a llamar a nuestra amiga para ver cuánto le faltaba. En ese momento, uno de ellos se bajó del coche», relata el testigo.

El individuo no dirige su mirada hacia la mujer, que sigue dándole indicaciones, sino a su alrededor, como si intentara cerciorarse de que no había nadie más. Al parecer, no repara en las cámaras ni en los dos ocupantes del coche que tiene detrás. La víctima se incorpora del muro, dejando sobre él su bolso. El joven lo coge en ese preciso instante para intentar llevárselo, pero ella reacciona y agarra con fuerza sus pertenencias. El sujeto se emplea con violencia, dando fuertes tirones del bolso, que llegan a levantarla del suelo. Al final, rompe el asa y, tras arrebatárselo, se sube el asiento del copiloto, pasando –literalmente– por encima de ella. La víctima, instintivamente, trata de impedir que se marche, pero el conductor del vehículo pisa el acelerador y la arrastra varios metros.

La secuencia, desde el inicio del forcejeo hasta la fuga, apenas dura 20 segundos. «Fue todo muy rápido. Lo único que pude hacer fue llamar a la Policía Local», afirma el ciudadano que grabó las imágenes. La primera patrulla apenas tardó unos minutos en llegar. «Le di una de las cámaras para que la vieran en la jefatura y saqué la tarjeta de la otra para visionarla en el móvil. Paramos el vídeo cuando se observaba al individuo y la matrícula e hicimos una captura de pantalla que se mandó por WhatsApp. En unos minutos, los policías lo tenían todo». Insiste en que hizo todo lo que pudo por ayudar y colaborar con los agentes, pero que no se le pasó por la cabeza enfrentarse a los ladrones «porque eran cuatro y yo iba con mi mujer». Las consecuencias, dice, «podrían haber sido peores, y el cementerio ya está lleno de héroes».



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