- miguel 43Master Nivel 5Premio por estar tantos años con nosotrosPremia la antiguedad en el foro
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Cómo evitar que tu hijo sufra acoso en Internet
Mar 11 Feb 2014, 18:13
Buenas
Cómo evitar que tu hijo sufra acoso en Internet
Los menores son un objetivo claro del acoso en Internet, tanto por parte de compañeros de su misma edad, como por parte de adultos.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Las nuevas tecnologías han dado lugar a delitos como el ciberacoso, el ciberbullying o el grooming, y a interacciones digitales de riesgo entre los más jóvenes, como el sexting.
Los expertos recomiendan a los padres advertir a sus hijos (sin alarmarlos) acerca de los peligros de seguridad que se pueden encontrar en Internet y en las redes sociales para que estén prevenidos, además de llevar a cabo todas las medidas para garantizar su seguridad.
Ya sea utilizando Internet o cualquiera de las redes sociales que hay actualmente, existen dos reglas básicas de seguridad que ningún menor debería saltarse:
No difundir ni revelar datos personales como el teléfono o la dirección a través de las redes sociales.
No acudir a ninguna cita en persona con desconocidos con los que se haya contactado a través de Internet.
Las consecuencias del ciberacoso para un menor pueden ser muy graves, tanto en el plano físico como en el social y emocional. Además de sufrir distintas somatizaciones, puede sentir aislamiento social, depresión, ataques de ansiedad, trastorno por estrés postraumático y, en sus últimas consecuencias, intentar el suicidio; por ello, toda prevención es poca.
Entre los nuevos peligros que han surgido en el nuevo entorno digital está el grooming. Al compartir a través de las redes sociales mucha información personal, los adultos sin escrúpulos (y las redes de pederastia) tienen muy fácil el acceso a niños.
Por ello, se detectan cada vez más técnicas de suplantación de la personalidad u otro tipo de acciones (grooming,) con el objetivo de ganarse la confianza del menor para acosarlo o chantajearlo después, fundamentalmente con fines sexuales.
Con respecto al ciberbullying (acoso escolar a través de Internet) es un fenómeno en alza. El ciberbullying tienes las siguientes características:
Se produce a través de Internet, de las redes sociales o bien mediante mensajes de correo electrónico o mensajes de móvil.
Se daña conscientemente la imagen del menor o se le amenaza (publicando vídeos ofensivos, haciendo montajes fotográficos para mofarse de él, difundiendo rumores falsos…).
Se suplanta su personalidad para poner en su boca comentarios inadecuados.
Se trata de una conducta repetida y no de un hecho aislado.
El problema principal del ciberbullying es que la Red amplifica el daño que se hace al menor, ya que llega a mucha más gente y es muy difícil borrar definitivamente de Internet el documento ofensivo.
El ciberbullying es denunciable ante la Policía y cualquier menor que sea acusado por un delito de este tipo pasaría a tener antecedentes policiales y si es condenado por un juez, antecedentes penales.
La publicación de una única foto o un único vídeo ofensivo también puede ser motivo de denuncia.
En este sentido, hay que tener claro que comete el delito tanto el que inicialmente publica la foto, el comentario o el vídeo, como todos aquellos que posteriormente se hacen eco de él, comentando ofensivamente de nuevo su contenido o reenviándolo a través de las distintas redes sociales.
Con objeto de garantizar la seguridad en el mundo digital, estas son las 15 pautas fundamentales para evitar el acoso a menores en Internet:
1. Utilizar dos cuentas de correo electrónico
El niño que tiene correo electrónico (e-mail) debe utilizar dos cuentas diferentes, sobre todo a partir de los 13 años.
La primera cuenta sería la oficial, donde pueden figurar su nombre y sus apellidos, y es la que utiliza para trabajos escolares, presentar su curriculum vitae y otros ámbitos muy reducidos.
La segunda cuenta es la que usa para todas las demás operaciones o situaciones en las que le sea requerido un correo electrónico (en muchas páginas de Internet es necesario dar un e-mail para registrarse, obtener información o hacer transacciones comerciales). En este caso, ha de ser un nick inventado, donde no estén ni el nombre, ni los apellidos ni la edad ni otros datos personales.
Es especialmente importante que en el correo electrónico de un niño no figure su fecha de nacimiento (por ejemplo, raulgarcia98), pues indica que se trata de un menor de edad y podría ser objetivo de las redes de pederastia.
2. Elegir contraseñas seguras
Es importante que el menor tenga contraseñas seguras para acceder a sus páginas de referencia, a las redes sociales o a su correo electrónico.
Una contraseña poco segura puede ser descubierta en 48 horas a través de programas configurados a tal efecto, y, una vez que esto sucede, se deja la puerta abierta a que otras personas tengan acceso a información personal y sensible acerca del menor.
Para que una contraseña sea segura ha de contener, al menos, ocho caracteres que combinen estas cuatro pautas:
Letras minúsculas
Letras mayúsculas
Números
Caracteres especiales (como el signo de interrogación, la barra oblicua, el símbolo del dólar...)
Una contraseña segura ofrece muchas más dificultades para ser hallada. De hecho, se estima que se podrían tardar hasta dos años en descubrirla, con lo que deja de ser objetivo de los hackers (piratas informáticos que rompen los sistemas de seguridad), que tienen mucho más fácil hacerse con una contraseña insegura, a la que acceden en tan solo dos días.
Ejemplo de una contraseña segura puede ser: DLHhv1bcd?
Para ayudar a que el niño recuerde su contraseña, esta puede elegirse basándose en personajes, canciones, títulos de películas familiares que le ayuden en su regla mnemotécnica. En este caso, DLHhv1bcd? respondería a “De La Habana ha venido un barco cargado de…”.
3. Conocer la contraseña y fomentar la confianza
Cuando el menor tiene que usar una contraseña para moverse por las redes sociales y por Internet, lo mejor es que sus padres conozcan de cuál se trata, ya que puede ayudar mucho en caso de que se presenten problemas posteriores.
Lo ideal no es que los padres obliguen al menor a decírsela, sino que entre ellos haya una relación de confianza mutua para que el niño o el adolescente entienda que, por su seguridad, es mejor que los padres sepan de su contraseña.
Además, si el hijo se siente cercano a sus padres, será más probable que ante un problema de acoso o chantaje en la Red recurra a ellos para pedirles apoyo.
4. No entrar en redes sociales hasta los 14 años
En España, redes sociales como Tuenti, Facebook o Twitter no permiten la participación de menores de 14 años. En otros países, el límite es incluso superior, como en Estados Unidos, donde para estar en Facebook hay que haber cumplido los 16 años.
La premisa básica de seguridad sería que un niño no formara parte de ninguna red social hasta tener más de 14 años.
Si lo hace antes, debería ser con consentimiento paterno y bajo una estricta vigilancia del adulto.
5. Usar alias en las redes sociales
Un menor nunca debería utilizar su nombre y apellidos en una red social. Debe utilizar un alias, pues a través del nombre y el apellido puede descubrirse mucha información por parte de terceros.
Ha de ser un alias inventado que no permita adivinar su identidad verdadera.
6. No aceptar a todos en las redes sociales
Los menores suelen aceptar o agregar a la mayoría de las personas que contactan con ellos a través de las redes sociales, sean conocidos o no. Pero hay que advertirles de que esta no es una buena práctica en lo que a seguridad se refiere.
Una vez que alguien es aceptado en una red social ya tiene acceso a los contenidos, opiniones, fotografías, documentos… que se cuelguen o compartan. Si se trata de un extraño, se le está facilitando una información privada sin saber qué uso hará de ella.
Además, hay que tener en cuenta que en las redes sociales puede haber suplantaciones de personalidad (por ejemplo, un adulto que dice ser otro niño para ganarse la confianza del menor), por lo que es importante que los niños y adolescentes tengan por costumbre aceptar en sus redes sociales únicamente a personas conocidas cuya identidad tengan segura.
7. No compartir información sensible en Internet
Los adultos deben educar al menor para que no comparta información íntima, privada o sensible a través de Internet o de las redes sociales.
Contenido sensible sería: fechas de vacaciones (para evitar robos), datos de sitios a los que se suele ir (por cuestiones de seguridad), comentarios , fotos o vídeos sobre excesos (en alcohol, drogas, sexo…).
“Una vez colgado, ya no te pertenece”, es la máxima que hay que transmitir al menor. Cuando un comentario, una fotografía o un documento son compartidos en una red social, adquieren una “vida propia” que el usuario ya no puede controlar. Aunque intente borrarlo de su página (y parezca que lo ha conseguido), en realidad el rastro de esa foto o ese comentario quedan durante mucho tiempo en la Red. De hecho, por ley, los servidores no pueden borrar ningún documento durante 15-20 años por si fuese requerido para alguna investigación oficial.
Un comentario, una fotografía o un vídeo pueden rescatarse muchos años después y perjudicar la carrera profesional, pues las empresas de recursos humanos suelen buscar en Internet los “rastros” de los candidatos que participan en un proceso de selección. Es una realidad que a un adolescente puede parecerle muy lejana, pero que puede pasarle factura en unos años, por lo que conviene que sean cautos al interactuar en la Red.
8. Extremar el cuidado con fotos y vídeos
Según los expertos en seguridad en Internet, nunca se deberían compartir fotos de menores de 14 años en una red social, pues no solo las imágenes comprometidas, sino también las de escenas cotidianas sin contenido sexual, atraen la atención de los pederastas.
A partir de los 14 años, cuando un menor comparte fotografías o vídeos debe extremar las precauciones. Por un lado, está el problema de la protección de datos. Haría falta un consentimiento explícito del resto de personas (o menores) que salen en la foto para que esta pudiera publicarse.
En la mayoría de los casos, ese consentimiento es implícito; es decir, si las otras personas que salen en la imagen no manifiestan que no quieren salir, se entiende que no tienen problema en que el otro publique una imagen suya.
Ahora bien, en cuanto hay una queja o una petición de que la imagen sea retirada o no difundida, existe la obligación de borrarla o no utilizarla públicamente en ninguna red social.
Una práctica que se está extendiendo en los últimos años en relación a las fotos y vídeos es la del sexting. Consiste en el envío de imágenes de contenido sexual a través del teléfono o de las redes sociales. Los problemas principales que plantea el sexting son:
Falta de control. El menor deja de tener control sobre una imagen comprometedora suya, ya que puede ser reenviada y difundida a terceros.
Suplantación de identidad. Como ha quedado explicado antes, en las redes sociales hay adultos que se hacen pasar por menores para obtener imágenes comprometidas de contenido sexual de niños y adolescentes. El menor puede estar practicando sexting con personas que no son las que dicen ser.
Chantajes. Tanto por parte de otros menores como por parte de adultos que chantajeen a los niños o adolescentes con sus fotos eróticas para que lleven a cabo otro tipo de prácticas con la amenaza de hacer públicas las imágenes.
Además, también plantean problemas (y son denunciables) las fotografías o vídeos comprometedores referidos a otros. Por ejemplo, las de un menor vomitando tras ingerir alcohol o practicando relaciones sexuales (se trataría de pornografía infantil, que está penada).
9. Vigilar los juegos en red y las consolas
El ciberacoso a menores no solo se produce en las redes sociales, sino también a través de los juegos de ordenador infantiles en línea o en red y a través de las consolas de videojuegos (aunque este caso es mucho más infrecuente).
Antes de que el niño se conecte y juegue en Internet, los padres deben probar de qué juego se trata e insistir al menor en que juegue con un alias o nick y no revele ningún dato de contacto personal (dirección, teléfono...) aunque le sea requerido.
10. No utilizar una foto en el perfil del móvil
Si el menor tiene un servicio de mensajes instantáneos en el teléfono móvil (que realmente funciona como otra red social), es conveniente que no use una foto personal en su perfil, sino otra con la que no pueda ser identificado.
Aunque no haya facilitado su número a personas desconocidas, estas pueden acceder a él mediante marcación aleatoria. Si en el perfil aparece la foto del menor, puede atraer la atención de adultos, y no es conveniente.
11. Colocar el ordenador en un lugar común
Mientras el niño es menor de edad, debe usar el ordenador en un lugar común de la casa, para que los padres tengan cierto control de las páginas en las que navega.
La práctica de instalar un ordenador en su dormitorio no es recomendable desde el punto de vista de la seguridad.
12. Tapar la cámara del ordenador personal
Las webcam (cámaras que van integradas en el ordenador o que se acoplan a él como elemento externo) deben protegerse también. Aunque parezca difícil, hay hackers que se dedican a obtener escenas familiares de otros entrando a través de las webcam.
Si es una webcam externa, lo mejor es dirigirla al techo cuando no se utilice; si es una cámara integrada en el ordenador, se debe tapar utilizando, por ejemplo, un trozo de cinta adhesiva. Una vez que alguien accede a la webcam, la luz led que avisa de si está activa o no puede ser también pirateada para engañar al usuario.
13. Instalar sistemas de control parental
Los sistemas de control parental permiten a los padres dirigir el uso que sus hijos hacen de Internet en el ordenador. Así, los sistemas de control parental permiten:
Determinar el horario de uso en que el niño puede utilizar el ordenador (por ejemplo, entre las 6 y las 8 de la tarde).
Limitar la cantidad de horas que el menor puede estar frente al ordenador (una hora, dos, tres… al día).
Restringir el acceso del niño a contenidos inadecuados, o bien bloqueando determinadas páginas o bien permitiéndole acceder solo a algunas (por ejemplo, a las que sean educativas, esto es, las que tengan la terminación .eu).
Para que sean efectivos, los sistemas de control parental deben instalarse en el sistema operativo del ordenador (Windows, Mac…) y no en los navegadores, ya que el niño podría acceder a determinadas páginas desde otro navegador, por lo que el control parental quedaría sin efecto.
14. Proteger el router y utilizar antivirus
Todos los equipos (ordenadores de sobremesa, portátiles y móviles) en los que un menor acceda a Internet deben estar convenientemente protegidos con un antivirus actualizado regularmente y, si es posible, con un programa “cortafuegos” (bloquea el acceso no autorizado).
Los hackers también consiguen entrar en los archivos del ordenador a través del router, por lo que también es importante protegerlo. La manera más efectiva de garantizar la seguridad del router es resguardar la dirección Mac (un identificador único para cada tarjeta o dispositivo de memoria). Cuando esa dirección Mac está protegida, no importa que alguien extraño descubra la contraseña Wi-fi (algo que resulta muy fácil para un experto), pues no podrá acceder en ningún caso al ordenador ni a sus documentos.
15. Limitar el acceso a Internet en cibercafés y redes abiertas
Los cibercafés o cualquier otro lugar que ofrezca ordenadores para uso público pueden representar un problema de seguridad, al igual que las Wi-fi abiertas.
Se recomienda que los menores no consulten ni compartan páginas personales ni documentos privados desde los dispositivos de lugares públicos para garantizar su seguridad.
Enlace de la noticia
Es largo el texto pero creo que es muy interesante
Saludos a todos
Cómo evitar que tu hijo sufra acoso en Internet
Los menores son un objetivo claro del acoso en Internet, tanto por parte de compañeros de su misma edad, como por parte de adultos.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Las nuevas tecnologías han dado lugar a delitos como el ciberacoso, el ciberbullying o el grooming, y a interacciones digitales de riesgo entre los más jóvenes, como el sexting.
Los expertos recomiendan a los padres advertir a sus hijos (sin alarmarlos) acerca de los peligros de seguridad que se pueden encontrar en Internet y en las redes sociales para que estén prevenidos, además de llevar a cabo todas las medidas para garantizar su seguridad.
Ya sea utilizando Internet o cualquiera de las redes sociales que hay actualmente, existen dos reglas básicas de seguridad que ningún menor debería saltarse:
No difundir ni revelar datos personales como el teléfono o la dirección a través de las redes sociales.
No acudir a ninguna cita en persona con desconocidos con los que se haya contactado a través de Internet.
Las consecuencias del ciberacoso para un menor pueden ser muy graves, tanto en el plano físico como en el social y emocional. Además de sufrir distintas somatizaciones, puede sentir aislamiento social, depresión, ataques de ansiedad, trastorno por estrés postraumático y, en sus últimas consecuencias, intentar el suicidio; por ello, toda prevención es poca.
Entre los nuevos peligros que han surgido en el nuevo entorno digital está el grooming. Al compartir a través de las redes sociales mucha información personal, los adultos sin escrúpulos (y las redes de pederastia) tienen muy fácil el acceso a niños.
Por ello, se detectan cada vez más técnicas de suplantación de la personalidad u otro tipo de acciones (grooming,) con el objetivo de ganarse la confianza del menor para acosarlo o chantajearlo después, fundamentalmente con fines sexuales.
Con respecto al ciberbullying (acoso escolar a través de Internet) es un fenómeno en alza. El ciberbullying tienes las siguientes características:
Se produce a través de Internet, de las redes sociales o bien mediante mensajes de correo electrónico o mensajes de móvil.
Se daña conscientemente la imagen del menor o se le amenaza (publicando vídeos ofensivos, haciendo montajes fotográficos para mofarse de él, difundiendo rumores falsos…).
Se suplanta su personalidad para poner en su boca comentarios inadecuados.
Se trata de una conducta repetida y no de un hecho aislado.
El problema principal del ciberbullying es que la Red amplifica el daño que se hace al menor, ya que llega a mucha más gente y es muy difícil borrar definitivamente de Internet el documento ofensivo.
El ciberbullying es denunciable ante la Policía y cualquier menor que sea acusado por un delito de este tipo pasaría a tener antecedentes policiales y si es condenado por un juez, antecedentes penales.
La publicación de una única foto o un único vídeo ofensivo también puede ser motivo de denuncia.
En este sentido, hay que tener claro que comete el delito tanto el que inicialmente publica la foto, el comentario o el vídeo, como todos aquellos que posteriormente se hacen eco de él, comentando ofensivamente de nuevo su contenido o reenviándolo a través de las distintas redes sociales.
Con objeto de garantizar la seguridad en el mundo digital, estas son las 15 pautas fundamentales para evitar el acoso a menores en Internet:
1. Utilizar dos cuentas de correo electrónico
El niño que tiene correo electrónico (e-mail) debe utilizar dos cuentas diferentes, sobre todo a partir de los 13 años.
La primera cuenta sería la oficial, donde pueden figurar su nombre y sus apellidos, y es la que utiliza para trabajos escolares, presentar su curriculum vitae y otros ámbitos muy reducidos.
La segunda cuenta es la que usa para todas las demás operaciones o situaciones en las que le sea requerido un correo electrónico (en muchas páginas de Internet es necesario dar un e-mail para registrarse, obtener información o hacer transacciones comerciales). En este caso, ha de ser un nick inventado, donde no estén ni el nombre, ni los apellidos ni la edad ni otros datos personales.
Es especialmente importante que en el correo electrónico de un niño no figure su fecha de nacimiento (por ejemplo, raulgarcia98), pues indica que se trata de un menor de edad y podría ser objetivo de las redes de pederastia.
2. Elegir contraseñas seguras
Es importante que el menor tenga contraseñas seguras para acceder a sus páginas de referencia, a las redes sociales o a su correo electrónico.
Una contraseña poco segura puede ser descubierta en 48 horas a través de programas configurados a tal efecto, y, una vez que esto sucede, se deja la puerta abierta a que otras personas tengan acceso a información personal y sensible acerca del menor.
Para que una contraseña sea segura ha de contener, al menos, ocho caracteres que combinen estas cuatro pautas:
Letras minúsculas
Letras mayúsculas
Números
Caracteres especiales (como el signo de interrogación, la barra oblicua, el símbolo del dólar...)
Una contraseña segura ofrece muchas más dificultades para ser hallada. De hecho, se estima que se podrían tardar hasta dos años en descubrirla, con lo que deja de ser objetivo de los hackers (piratas informáticos que rompen los sistemas de seguridad), que tienen mucho más fácil hacerse con una contraseña insegura, a la que acceden en tan solo dos días.
Ejemplo de una contraseña segura puede ser: DLHhv1bcd?
Para ayudar a que el niño recuerde su contraseña, esta puede elegirse basándose en personajes, canciones, títulos de películas familiares que le ayuden en su regla mnemotécnica. En este caso, DLHhv1bcd? respondería a “De La Habana ha venido un barco cargado de…”.
3. Conocer la contraseña y fomentar la confianza
Cuando el menor tiene que usar una contraseña para moverse por las redes sociales y por Internet, lo mejor es que sus padres conozcan de cuál se trata, ya que puede ayudar mucho en caso de que se presenten problemas posteriores.
Lo ideal no es que los padres obliguen al menor a decírsela, sino que entre ellos haya una relación de confianza mutua para que el niño o el adolescente entienda que, por su seguridad, es mejor que los padres sepan de su contraseña.
Además, si el hijo se siente cercano a sus padres, será más probable que ante un problema de acoso o chantaje en la Red recurra a ellos para pedirles apoyo.
4. No entrar en redes sociales hasta los 14 años
En España, redes sociales como Tuenti, Facebook o Twitter no permiten la participación de menores de 14 años. En otros países, el límite es incluso superior, como en Estados Unidos, donde para estar en Facebook hay que haber cumplido los 16 años.
La premisa básica de seguridad sería que un niño no formara parte de ninguna red social hasta tener más de 14 años.
Si lo hace antes, debería ser con consentimiento paterno y bajo una estricta vigilancia del adulto.
5. Usar alias en las redes sociales
Un menor nunca debería utilizar su nombre y apellidos en una red social. Debe utilizar un alias, pues a través del nombre y el apellido puede descubrirse mucha información por parte de terceros.
Ha de ser un alias inventado que no permita adivinar su identidad verdadera.
6. No aceptar a todos en las redes sociales
Los menores suelen aceptar o agregar a la mayoría de las personas que contactan con ellos a través de las redes sociales, sean conocidos o no. Pero hay que advertirles de que esta no es una buena práctica en lo que a seguridad se refiere.
Una vez que alguien es aceptado en una red social ya tiene acceso a los contenidos, opiniones, fotografías, documentos… que se cuelguen o compartan. Si se trata de un extraño, se le está facilitando una información privada sin saber qué uso hará de ella.
Además, hay que tener en cuenta que en las redes sociales puede haber suplantaciones de personalidad (por ejemplo, un adulto que dice ser otro niño para ganarse la confianza del menor), por lo que es importante que los niños y adolescentes tengan por costumbre aceptar en sus redes sociales únicamente a personas conocidas cuya identidad tengan segura.
7. No compartir información sensible en Internet
Los adultos deben educar al menor para que no comparta información íntima, privada o sensible a través de Internet o de las redes sociales.
Contenido sensible sería: fechas de vacaciones (para evitar robos), datos de sitios a los que se suele ir (por cuestiones de seguridad), comentarios , fotos o vídeos sobre excesos (en alcohol, drogas, sexo…).
“Una vez colgado, ya no te pertenece”, es la máxima que hay que transmitir al menor. Cuando un comentario, una fotografía o un documento son compartidos en una red social, adquieren una “vida propia” que el usuario ya no puede controlar. Aunque intente borrarlo de su página (y parezca que lo ha conseguido), en realidad el rastro de esa foto o ese comentario quedan durante mucho tiempo en la Red. De hecho, por ley, los servidores no pueden borrar ningún documento durante 15-20 años por si fuese requerido para alguna investigación oficial.
Un comentario, una fotografía o un vídeo pueden rescatarse muchos años después y perjudicar la carrera profesional, pues las empresas de recursos humanos suelen buscar en Internet los “rastros” de los candidatos que participan en un proceso de selección. Es una realidad que a un adolescente puede parecerle muy lejana, pero que puede pasarle factura en unos años, por lo que conviene que sean cautos al interactuar en la Red.
8. Extremar el cuidado con fotos y vídeos
Según los expertos en seguridad en Internet, nunca se deberían compartir fotos de menores de 14 años en una red social, pues no solo las imágenes comprometidas, sino también las de escenas cotidianas sin contenido sexual, atraen la atención de los pederastas.
A partir de los 14 años, cuando un menor comparte fotografías o vídeos debe extremar las precauciones. Por un lado, está el problema de la protección de datos. Haría falta un consentimiento explícito del resto de personas (o menores) que salen en la foto para que esta pudiera publicarse.
En la mayoría de los casos, ese consentimiento es implícito; es decir, si las otras personas que salen en la imagen no manifiestan que no quieren salir, se entiende que no tienen problema en que el otro publique una imagen suya.
Ahora bien, en cuanto hay una queja o una petición de que la imagen sea retirada o no difundida, existe la obligación de borrarla o no utilizarla públicamente en ninguna red social.
Una práctica que se está extendiendo en los últimos años en relación a las fotos y vídeos es la del sexting. Consiste en el envío de imágenes de contenido sexual a través del teléfono o de las redes sociales. Los problemas principales que plantea el sexting son:
Falta de control. El menor deja de tener control sobre una imagen comprometedora suya, ya que puede ser reenviada y difundida a terceros.
Suplantación de identidad. Como ha quedado explicado antes, en las redes sociales hay adultos que se hacen pasar por menores para obtener imágenes comprometidas de contenido sexual de niños y adolescentes. El menor puede estar practicando sexting con personas que no son las que dicen ser.
Chantajes. Tanto por parte de otros menores como por parte de adultos que chantajeen a los niños o adolescentes con sus fotos eróticas para que lleven a cabo otro tipo de prácticas con la amenaza de hacer públicas las imágenes.
Además, también plantean problemas (y son denunciables) las fotografías o vídeos comprometedores referidos a otros. Por ejemplo, las de un menor vomitando tras ingerir alcohol o practicando relaciones sexuales (se trataría de pornografía infantil, que está penada).
9. Vigilar los juegos en red y las consolas
El ciberacoso a menores no solo se produce en las redes sociales, sino también a través de los juegos de ordenador infantiles en línea o en red y a través de las consolas de videojuegos (aunque este caso es mucho más infrecuente).
Antes de que el niño se conecte y juegue en Internet, los padres deben probar de qué juego se trata e insistir al menor en que juegue con un alias o nick y no revele ningún dato de contacto personal (dirección, teléfono...) aunque le sea requerido.
10. No utilizar una foto en el perfil del móvil
Si el menor tiene un servicio de mensajes instantáneos en el teléfono móvil (que realmente funciona como otra red social), es conveniente que no use una foto personal en su perfil, sino otra con la que no pueda ser identificado.
Aunque no haya facilitado su número a personas desconocidas, estas pueden acceder a él mediante marcación aleatoria. Si en el perfil aparece la foto del menor, puede atraer la atención de adultos, y no es conveniente.
11. Colocar el ordenador en un lugar común
Mientras el niño es menor de edad, debe usar el ordenador en un lugar común de la casa, para que los padres tengan cierto control de las páginas en las que navega.
La práctica de instalar un ordenador en su dormitorio no es recomendable desde el punto de vista de la seguridad.
12. Tapar la cámara del ordenador personal
Las webcam (cámaras que van integradas en el ordenador o que se acoplan a él como elemento externo) deben protegerse también. Aunque parezca difícil, hay hackers que se dedican a obtener escenas familiares de otros entrando a través de las webcam.
Si es una webcam externa, lo mejor es dirigirla al techo cuando no se utilice; si es una cámara integrada en el ordenador, se debe tapar utilizando, por ejemplo, un trozo de cinta adhesiva. Una vez que alguien accede a la webcam, la luz led que avisa de si está activa o no puede ser también pirateada para engañar al usuario.
13. Instalar sistemas de control parental
Los sistemas de control parental permiten a los padres dirigir el uso que sus hijos hacen de Internet en el ordenador. Así, los sistemas de control parental permiten:
Determinar el horario de uso en que el niño puede utilizar el ordenador (por ejemplo, entre las 6 y las 8 de la tarde).
Limitar la cantidad de horas que el menor puede estar frente al ordenador (una hora, dos, tres… al día).
Restringir el acceso del niño a contenidos inadecuados, o bien bloqueando determinadas páginas o bien permitiéndole acceder solo a algunas (por ejemplo, a las que sean educativas, esto es, las que tengan la terminación .eu).
Para que sean efectivos, los sistemas de control parental deben instalarse en el sistema operativo del ordenador (Windows, Mac…) y no en los navegadores, ya que el niño podría acceder a determinadas páginas desde otro navegador, por lo que el control parental quedaría sin efecto.
14. Proteger el router y utilizar antivirus
Todos los equipos (ordenadores de sobremesa, portátiles y móviles) en los que un menor acceda a Internet deben estar convenientemente protegidos con un antivirus actualizado regularmente y, si es posible, con un programa “cortafuegos” (bloquea el acceso no autorizado).
Los hackers también consiguen entrar en los archivos del ordenador a través del router, por lo que también es importante protegerlo. La manera más efectiva de garantizar la seguridad del router es resguardar la dirección Mac (un identificador único para cada tarjeta o dispositivo de memoria). Cuando esa dirección Mac está protegida, no importa que alguien extraño descubra la contraseña Wi-fi (algo que resulta muy fácil para un experto), pues no podrá acceder en ningún caso al ordenador ni a sus documentos.
15. Limitar el acceso a Internet en cibercafés y redes abiertas
Los cibercafés o cualquier otro lugar que ofrezca ordenadores para uso público pueden representar un problema de seguridad, al igual que las Wi-fi abiertas.
Se recomienda que los menores no consulten ni compartan páginas personales ni documentos privados desde los dispositivos de lugares públicos para garantizar su seguridad.
Enlace de la noticia
Es largo el texto pero creo que es muy interesante
Saludos a todos
- rasputin319Master Nivel 5Premio por estar tantos años con nosotrosPremia la antiguedad en el foro
- Mensajes : 251
Fecha de inscripción : 12/01/2014
Re: Cómo evitar que tu hijo sufra acoso en Internet
Mar 11 Feb 2014, 19:49
hola miguel 43 , me has dejado helado con este hilo
el peligro que corren los chavalines por culpa de entrar en todos lados
buen aviso a todos con este hilo
saludos
el peligro que corren los chavalines por culpa de entrar en todos lados
buen aviso a todos con este hilo
saludos
- miguel 43Master Nivel 5Premio por estar tantos años con nosotrosPremia la antiguedad en el foro
- Mensajes : 262
Fecha de inscripción : 14/01/2014
Re: Cómo evitar que tu hijo sufra acoso en Internet
Mar 11 Feb 2014, 19:54
Buenas rasputin319
la verdad que hay que tener mucho cuidado con internet y los chavales hay muchos locos suelto por llamarlo de algun modo
Saludo
la verdad que hay que tener mucho cuidado con internet y los chavales hay muchos locos suelto por llamarlo de algun modo
Saludo
- josepmartiAdministradorPremio por estar tantos años con nosotrosPremia la antiguedad en el foro
- Mensajes : 23051
Fecha de inscripción : 08/01/2014
Localización : Tarragona
Re: Cómo evitar que tu hijo sufra acoso en Internet
Mar 11 Feb 2014, 19:59
miguel 43 escribió:Buenas rasputin319
la verdad que hay que tener mucho cuidado con internet y los chavales hay muchos locos suelto por llamarlo de algun modo
Saludo
hola miguel
claro que hay que tener cuidado, rasputin lo dice muy bien , tu también al poner este hilo , comparto opinión con ambos, esto se ha convertido en un peligro para los críos y los padres tenemos que estar ojo avizor con ellos, dándoles confianza eso si, pero
con los ojos encima.
saludos
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- rasputin319Master Nivel 5Premio por estar tantos años con nosotrosPremia la antiguedad en el foro
- Mensajes : 251
Fecha de inscripción : 12/01/2014
Re: Cómo evitar que tu hijo sufra acoso en Internet
Mar 11 Feb 2014, 20:01
eso, esta bien lo que comentais, hay que estar controlandoles y poniendoles los pasos a seguir y prohibiendo segun que paginas.
saludos
saludos
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