Investigan el robo de 40.000 euros en Pocomaco por el método del butrón.

A Coruña 17/01/19

Agentes de la Policía Científica están sobre la pista de los sospechosos que en la noche del domingo al lunes día 7 consiguieron llevarse cerca de 40.000 euros de una nave del polígono de Pocomaco, donde se vende sobre todo ropa interior, empleando para ello el método del butrón a través de techo. 

Las autoridades sospechan, por el modus operandi, que podría tratarse de profesionales provenientes de Europa del Este, lo que podría dificultar su localización. 

De momento, el caso se haya aún bajo investigación, así que no han trascendido muchos detalles, pero sí se sabe que los sospechosos no penetraron en la nave por la parte frontal, sino que se aproximaron al polígono por la parte de atrás, siguiendo el camino o las vías del tren que llegan desde As Rañas para no encontrarse con la vigilancia de Pocomaco. 

Con una escalera 
Una vez en el lugar, saltaron la valla y emplearon unas escaleras que se encontraban en la propiedad para subir hasta el techo del edificio y se situaron justo frente a la zona de oficinas para preparar el butrón. Se sospecha que pudieron visitar el lugar antes de perpetrar el golpe para calcular el lugar exacto donde debían perforar el techo. 

En todo caso, consiguieron acceder a las oficinas, y se descolgaron por el techo. Una vez allí, se dispusieron a abrir la caja fuerte. Las fuentes consultadas varían a la hora de determinar la herramienta que emplearon para forzarla: podría haber sido una radial o incluso una lanza térmica, aunque lo primero es lo más probable. Una vez violentada la caja, se hicieron sin problemas con la recaudación de la semana, que era abultada al tratarse de la semana de Reyes.

Se trata del primer robo por el método del butrón del que se tiene noticia en lo que va de año, y por la cantidad sustraída, uno de los más importantes de los últimos tiempos. El último caso de estas características del que informó la Jefatura Superior de la Policía Nacional tuvo lugar en julio, en una tienda de telefonía móvil de la calle Real. Los delincuentes accedieron entonces al local contiguo y desde allí realizaron un butrón para lograr entrar en el establecimiento, de donde sustrajeron numerosos terminales telefónicos valorados en unos 5.500 euros. 

Pero en aquella ocasión no se trataba de profesionales de Europa del Este: los agentes averiguaron que al día siguiente del robo, ya habían puesto alguno de los teléfonos en circulación, ofreciéndolos en varios barrios, en bares o vendiéndolos en casas de compraventa y a consecuencia de ello no tardaron en ser localizados y arrestados.

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